No sé si os habéis dado cuenta, pero en esta época del año sólo existen dos temas de conversación en el mundo, y por ende, en las redes sociales (que es lo que a fin de cuentas me jode porque veo ciento veintiocho personas comentando lo mismo y acabo QUERIENDO MATAR GENTE), y son los exámenes universitarios y San Valentín. Dentro de este último, encontramos que los temas se clasifican a su vez en dos tipos según defensores y detractores: «Estoyenamorad@yvomitoarcoiris» y «NadiemequiereodioSanValentínypodéismorirlosemparejados«. Y como ambos me parecen soberanas estupideces y me provocan acidez, vengo aquí a buscar un candidato para ayudarme con mi propósito de este año para el 14 de febrero.
Sad Sonnet
Divagaciones de mi Alter Ego.
El hombre de mi vida.
¿Cuántas veces alguno/a de vosotros ha pensado que ha conocido a la mujer o al hombre de su vida? Pues a mí eso me pasa mucho. Dos o tres veces por semana. La última ayer, cuando por recomendación de un amigo (muy raro él, pero simpático cuando no abusa de comentar lo protestona que soy) empecé a ver Torchwood. Serie altamente recomendable por lo que llevo visto, que son dos capítulos. Y aquí he conocido yo a mi último amor: El capitán Jack Harkness.
Ay Dios mío. HOLA.
¡Felices fiestas! :)
Llego un poquito tarde por falta de tiempo y exceso de «salidera» que dice mi abuela… ¡Pero aquí estoy yo para felicitaros las fiestas y desearos un próspero Año Nuevo! 🙂
Y con esto, espero que Papá Noël os haya traído un montón de regalitos y que el 2013 (y la lotería de El Niño, porque del Gordo no he visto un puñetero duro) nos depare millones de cosas bonitas, cerremos la puerta definitivamente a las personas feas y tengamos muchísimo sexo para compensar el que no tuvimos en este 2012 (y a ver si viene a regalarnos un polvete esa persona que todos tenemos, que tanto nos pone y que nunca nos alegró el cuerpo).
Antes de Reyes estaré de vuelta para deleitaros con la carta especial de este año, mientras tanto… Este 2012 me ha traído a un par de personas increíbles (¡hola tetas! :D) y sólo se ha llevado de mi lado hijos de puta que sobraban, así que sólo puedo esperar que 2013 sea mejor, y mientras tanto… ¡Sed infinitamente felices, polluelos, os quiero muchísimo a todos!
Hacemos el balance de lo bueno y malo cinco minutos antes de la cuenta atráaaaaaaaaaas.
Sad Sonnet.
Cambios innecesarios.
El mundo se va a la mierda porque hoy en día todo acaba como acaban todas las cosas bonitas: cambiándolo todo por algo mejor. Los móviles son más bonitos, más útiles, y tenemos que cargarlos dos veces al día. Cambiamos los muebles de madera por los conglomerados de Ikea, para poder cambiarlos cuando nos cansemos en unos años sin sentirnos excesivamente culpables. Conquistar a una mujer con Sweet child o mine por perrear con Purpurina. Los sentimientos por el sexo, el corazón por cemento, las bodas por suplicar que no vuelvan a hacernos daño y pedir a Dios que no vuelvan a dejarnos. O que no se vayan y tener que sentarnos a esperar por si vuelven. Vidas por desahucios, tolerancia por suicidios a manos del acoso, bofetones por denuncias.
Hemos cambiado «tomar algo» por no saber divertirnos sin emborracharnos, los amigos ya no son para siempre, ya no somos débiles, sólo sonreímos. Nos quitan nuestros derechos, nuestra sanidad y nuestro dinero, y nos quejamos detrás de la pantalla.
Y como hago muy a menudo, voy a terminar con una frase del gran Pablo Moro: «Y que se pare el mundo, que yo me bajo aquí».
Sad Sonnet.
Amaneceres y pijamas de ranitas.
Hacía mucho que no veía amanecer. Por lo menos plenamente consciente y sin seis Bacardis encima. Y resulta que para un día que no podía dormir y me asomé a la ventana, no fui capaz de recordar la existencia del maldito edificio de enfrente. Me lo iba a perder, y no me daba la gana.
El puñetero disco de Rulo agonizaba compartiendo voz con Bunbury. Y me he abrazado fuerte a mi tequila, contándole las cosas que nunca haremos, en Plaza Garibaldi se hace de día… y yo en mitad gritando: «Te echo de menos». Y tú que no estás, y el sol que tampoco, y mi depósito medio vacío, y yo que de repente me río. Y me recibe el Mirador, por primera vez en mi vida, cerrado. Sigo riéndome, pero no sé por qué, y salgo del coche. En pijama. Joder, sigo con el pijama de ranitas. Menos mal que combiné las converse con una sudadera de nieve del mismo color. Me siento ahí, al lado del coche, a ver clarear el cielo y cómo se va empapando mi pijama rojo. Me llora un ojo, que es una cosa que me pasa mucho cuando me río hasta dar palmas sin respirar, pero con el otro empiezo a ver cómo sale el sol por detrás del Monte. Y yo en mitad gritando: «Te echo de menos».
Sad Sonnet.
Como en Blade Runner… #YoSoyelRealOviedo
Hace dos semanas que el Oviedismo sufría su peor revés. Objetivo: Reunir 2.000.000 €. Desde entonces, y como en Blade Runner, «Yo he visto cosas que vosotros no creeríais».
La afición se moviliza. Sid Lowe nos lleva a la prensa internacional. Y entonces empieza la locura: #SOSRealOviedo es TT en twitter, se forman colas para comprar acciones, gente de los cinco continentes se suman a la causa:
(LNE, 11/11/2012)
He visto cómo en un pub del Rosal se subastaban camisetas, la Plaza América teñida de azul, a mi abuela por primera vez en el Tartiere para comprar acciones a mi lado (con mi madre y mi primo), al Real Madrid presumiendo de señorío donando 100.000€ y la camiseta de San Iker Casillas. La camiseta y las botas de Falcao en subasta. 20.500 personas metidas en un estadio y cantando el himno en el minuto 19 de un partido de segunda B. A mi madre llorando en ese mismo estadio cuando se alzaron las bufandas. A mi padre recordando la alineación de los años setenta.
En algún sitio leí en estas semanas que «nos dijeron que era imposible, por eso lo intentamos». Y lo logramos. Esta afición, que no tiene suficientes adjetivos para ser descrita, ha logrado reunir, SOLA, el dinero suficiente para superar la causa de disolución. Esta afición ha demostrado que se puede luchar contra el fútbol moderno. Y sobre todo, que nunca dejaremos que nuestro equipo muera. Tú, como el Liverpool F.C, nunca caminarás sólo. Y yo, como Oviedista de pro, sólo puedo daros las gracias y mi más profunda enhorabuena, de todo corazón, a todos y cada uno de vosotros.
Sad Sonnet.
Soy del Oviedo, fui una de ellos, treinta mil voces gritando que volveremos, como en un sueño pero despierto viendo tus goles aunque ya un poco más viejos, sabes Oviedo me voy muriendo, pero tú quedas y contigo los recuerdos, no tienes dueño , eres del tiempo, nosotros sólo ponemos el sentimiento…
Si me preguntan mi edad: 1926.
El secreto de los Unicornios.
Una vez me desperté en un sitio muy, muy lejos de aquí. Amanecía y la luz naranja del sol se reflejaba en algo que nunca supe distinguir, no sé si era arena o mar. No podía respirar, no podía pestañear, hablar, ni pensar con claridad. Me dolía el pecho, justo en el centro del corazón. Veía borroso, sin distinguir colores ni formas. Todas y cada una de mis angustias más irracionales me pesaban en lo más profundo de mi estómago revuelto, me sentía extremadamente sola y yo sólo miraba a través de una ventana, con los puños apretados en el marco y suplicando una salida.
Era, con diferencia, la peor pesadilla que había tenido en mi vida, no pasaba nada, y no podía despertarme. Y de repente, como salidos del vacío, un unicornio y una palmera aparecían a unos metros de mi cara. UN PUÑETERO UNICORNIO. Y encima rosa, con lo que yo odio el rosa. El caso es que acto seguido me relajé. Se fue el peso de mi estómago y mi visión borrosa, se aflojaron mis puños, empecé a pensar, y me senté en el suelo, descalza, con la cabeza ladeada y la mente en blanco. El bicho me miraba fijamente escondido detrás de la palmera, y de repente sonrió. Y yo me desperté en calma.
Ahora sé que estoy fatal de la cabeza, pero mi pesadilla me reveló algo estremecedor: El secreto de los unicornios. Existen, y saben sonreír.
Sad Sonnet.
Sentimiento Azul. #SOSRealOviedo
¿Cuántos de los aquí presentes habéis gritado de emoción al cantar un gol de vuestro equipo o ganar un partido? ¿Cuántos de vosotros habéis llorado de impotencia con una derrota o un descenso? ¿Cuántos de vosotros mantenéis la esperanza de ver resurgir a vuestro equipo? ¿Cuántos de vosotros sois del Real Oviedo?
Porque yo, que aún recuerdo la última vez que vi jugar al Oviedo en primera (contra el R. Madrid), estoy aquí, sufriendo cada domingo. Quedándome afónica en campos a oscuras. Despotricando contra la afición del Caudal de Mieres que nos gritan «desaparición». Pasando frío en el Tartiere. Gritándole a la radio porque estos hijos de puta no dan una a derechas para alegrarme la resaca. Pero vuelvo cada domingo. No hay uno en el que no se me vea con la radio en la mano. Porque yo creeré siempre que saldremos del barro y volveremos al lugar del que nunca debimos salir.
Este es el sentimiento azul. Y ahora nos toca mantener vivo a nuestro Oviedín. Ahora nos toca no permitir que muera, y entre todos podemos conseguirlo. Si vosotros sabéis lo que se siente con el fútbol, echadnos una mano.
Dejadnos seguir con el sueño.
http://www.realoviedo.es/weboficial/index.asp?Pagina=vernoticia&IdNoticia=7946
Sad Sonnet.
Me he cortado, y mi sangre sale azul…
Clases prácticas para penes (en clave de humor).
Yo, que padezco de subnormalidad profunda, nunca me he atrevido a comentárselo a nadie para que la gente no sepa que soy imbécil. Pero ahora que he descubierto que no estoy sola, y tras un par de meses de reunión de «consejo de sabias», muchos cafés y bastantes copas, he decidido que voy a hacer una mini-entrada de guía práctica que la gente con pene debería tener en cuenta.
En primer lugar, quiero dejar claro que estas son una serie de opiniones y conclusiones a las que hemos llegado después de mucho despotricar y muchos insultos constructivos. Y nuestra primera conclusión empieza aquí:
Nosotras somos HUEVONAS. En mayúsculas y a lo grande. Y lo asumimos y aceptamos con orgullo y satisfacción. Partiendo de esta sencilla base, continúo con el resto de conclusiones.
A ver, gente con pene, no prometáis lo que no vais a cumplir. Y aquí meto planes para el futuro, cosas que comentáis que queréis hacer con nosotras, ese teórico tiempo infinito que vais a pasar en nuestra compañía, y estupideces varias. Si no queréis hacerlo, no pasa nada. En serio, da igual. Si no tenéis que vendernos ninguna moto para follar, nosotras también queremos y no tenéis que prometernos nada si no queréis hacerlo, lo ibais a conseguir igual y nosotras nos ahorramos el disgusto de que nos dejéis plantadas. Así de tremendamente sexys sois y así de tremendamente fáciles somos en realidad nosotras.
Y joder, ya que estamos, dejadnos enfadarnos y despotricar y cabrearnos y poneros a parir. Vuestra única obligación en esos casos debe ser venir arrastrándoos y pidiendo perdón suplicando clemencia y que no estalle la ira de todos los dioses del Olimpo. No darle la vuelta a la tortilla COMO HACÉIS SIEMPRE.
Como dato número dos, aquí hemos llegado a la conclusión de que lo de «follamiga» suena de pena. Por favor, desterradlo del vocabulario. Es que nos suena espantoso. Como si tuvierais exclusividad, pero sólo para el gozo terrenal y cuando se compliquen las cosas, fuerais a huir corriendo despavoridos. No, no mola.
Detalles para con nuestra persona, bien; contar a quién os queréis tirar/que buena está vuestra amiga la puta que por norma general odiamos, mal. Que mencionéis siquiera a alguna amiga nuestra, HORRIBLE. BAJÓN DE AUTOESTIMA QUE NO SUPERAREMOS NUNCA. CHOCOLATE, VIRGINIDAD, HORROR, GRANOS, OBESIDAD MÓRBIDA.
Que quedéis con nosotras y estéis hablando con otras vía whatsapp/sms/tuentichat/mensajes de humo, fatal.
Y bueno, creo que de momento ya. También tenéis cosas buenas, pero os subimos el ego y no queremos eso, porque autoestima, de momento, os sobra. Y si alguien más se siente identificado y quiere unirse al equipo Huevonas, ¡ayudadnos a quemar smartphones! ¡Ayudará a mejorar nuestra existencia!
Sad Sonnet.
Sad Sonnet 
